martes, 4 de octubre de 2011

¿Muerte (in)digna?

Hace unos días, hablando sobre el Alzheimer, Abel me dijo que podía aprovechar el tema para dar mi opinión sobre la eutanasia. No me lo puso nada fácil, aunque he de reconocer que estos temas ético-médicos me gustan especialmente.
La verdad que, pese a ser un tema delicado, con muchos matices y recovecos, yo tengo mi opinión bastante clara. ¿Qué sentido tiene el encarnizamiento terapeútico (por si no sabéis lo que es: aquellas prácticas médicas con pretensiones diagnósticas o terapéuticas que no benefician realmente al enfermo y le provocan un sufrimiento innecesario, generalmente en ausencia de una adecuada información)?
¿Para qué mantener con vida a una persona que lo único que hace es sufrir? ¿No trata la medicina de curar y/o evitar el dolor?


Estos días estoy, como sabéis, rotando por Medicina Interna. Allí no he hecho sino confirmar mi opinión. Veo pacientes casi cadavéricos, que apenas interactuan con el mundo, sólo respiran y a duras penas "laten" (con ayuda de fármacos y otro tipo de medidas). Los veo y pienso que a mí no me gustaría llegar a eso. Yo quiero vivir, pero si al llegar a los 80 años, o a los 70, me viera así, creo que preferiría poder despedirme de una manera "más bella" (la verdad que llevo un rato buscando adjetivos y ninguno me encaja del todo bien... Pero imagino que se entiende el sentido que le quiero dar, ¿no?).Dar por acabada la vida de disfrute e irme, sin florituras, sin fármacos y más fármacos, oxigeno a 3L/min, dodotis, úlceras, sondas. Sin ingresos continuos porque en cuanto llegase a mi casa volviera a empeorar y tuviera que volver. Sin pasar mis últimos días compartiendo habitación con 2 o 3 desconocidos, que quizás no me dejasen pegar ojo por las noches porque estuvieran aún peor que yo. Sin la más mínima intimidad.
No sé. Yo lo tengo claro.
Creo que a veces haríamos mejor nuestra labor profesional simplemente privando al enfermo de su dolor, o permitiéndoles que se acabase el mismo. Pero ahí entran los temas legales, el principio de beneficiencia, la obligación por parte del médico de salvar vidas (y no quitarlas), el principio de la no maleficiencia (no hacer daño)...y un largo etc.
Legalmente es un tema complicado. Desde el punto de vista ético, yo, lo tengo claro.

Y vosotros, ¿ qué opináis? Opiniones, comentarios, críticas a lo que he dicho, más comentarios.... Animaos, que se agradece!!;)


pd: os dejo un link a la Asociación Derecho a Morir Dignamente por si le queréis echar un vistazo

9 comentarios:

  1. Coincido, sí. La gente de mi entorno (incluso mis padres, que rondan la cincuentena) piensan más o menos igual, pero me gustaba conocer la opinión de un (futuro) médico (¿o es "futura médica"). Bueno, doctora y punto. Supongo que es una cosa que irá cambiando con los años, porque como tú bien dices, no tiene sentido mantener viva a una persona que no es capaz de interactuar con nada ni nadie, que es un muerto viviente.

    Gracias por tomarte la molestia de escribir a petición de tus seguidores :)

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  2. Yo opino lo mismo que tú: estoy en contra del encarnizamiento terapéutico, no le veo ningún sentido más que el alargar lo inalargable.

    Es un tema complicado, ya en Ética Médica nos explicaron los aspectos éticos y legales del tema, pero es complejo ... entran en juego muchos factores.

    La verdad es que es una pena ...en Medicina Interna se ven cada vez más pacientes mayores, y yo que he rotado por Geriatría, ni te cuento ...es una verdadera pena a lo que se puede llegar a causa del aumento de la esperanza de vida.

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  3. @Abel e @Irene:

    Pues nada chicos, parece que estamos todos de acuerdo.
    Es cierto que estamos avanzando hacia una mayor esperanza de vida y cada vez será más la gente que vivirá muchos años y que inevitablemente tendrá una gran carga patológica.
    Podemos ir poniendo parches a lo largo de los años, pero nuestros órganos se irán deteriorando irremediablemente, así que nos encontraremos con muchos pacientes como los que comenté, sin casi todo excepto sin vida.

    Ayer me decía Luisa Pedrero (@Luisapedrero25) por twitter:
    "Comparto tu opinión, sin olvidar el factor familia, q muchas veces puede agravar la situación"
    "...en fase de negación (pre-duelo) no son capaces de ver con claridad".

    Psicooncóloga. Creo que su opinión resulta sumamente interesante desde un punto de vista diferente. Ya hemos opinado futuras doctoras, Abel a título de usuario del SNS, y no estaría mal un punto de vista psicológico.
    Desde aquí la invito a participar en este humilde sitio :)

    Muchas gracias por los comentarios chicos!

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  4. Yo también opino exactamente igual. Y es que muchas veces prima el sentimiento de la familia de no querer perder a su ser querido, antes que el bienestar del paciente, que puede llevar meses o incluso años en un estado lamentable y que desearía no seguir así...
    Yo lo tengo claro, y mi familia y gente de alrededor también. Ante una situación crítica... no quiero mantenerme polimedicada y enchufada a un par de máquinas... eso no es vida. :)

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  5. Pues voy a llevar un poco la contraria, ya que estamos de acuerdo en que alargar la vida sin interactuar con los demás no es vida.

    No creo que en los hospitales, en general, se haga ensañamiento terapéutico. Pero la población que tenemos es así (y más en Interna, rozando muchas veces la Geriatría): con enfermos pluripatológicos e ingresos periódicos a los que se les intenta hacer la vida más fácil.

    Te remito a esta entrada: http://bit.ly/n6ECgh que consideré interesante en su día.

    Saludos.

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. Puede que no sea exactamente encarnizamiento, cierto, pero sí que creo que se llega a situaciones en las que lo más correcto sería dejar de poner parches y más parches. Más ahora que estamos pasando por una época de crisis tan llamativa que incluso empiezan a cerrar plantas de hospitales, centros de salud, etc.
    Deberíamos ser consecuentes con la situación y escatimar en gastos. Te pongo un ejemplo, ésta semana en prácticas hemos hablado con un enfermo de unos 80 años para someterle a una cirugía por tener una enfermedad de 3 vasos y necesitar un stent.
    Era la familia la que más insistía en convencerle de que se operara. El paciente consideraba que ya habían vivido todo lo que tenía que vivir... Sin embargo, por presión familiar, etc, acababa cediendo a la cirugía.
    Esto supone un gasto terrible para el estado, que ahora mismo no puede permitirse, y además es en cierto modo prolongar una vida que ya ha llegado al final (dicho por él mismos). Si no es encarnizamiento terapeútico, es algo parecido, ¿no?

    Por cierto, he ledído el enlace pero lo cierto es que yo no comparto mucho de lo que dice, o de cómo lo dice, jeje. Opiniones para todos;)

    Gracias por dar tu opinión casi doctorcito!

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  8. Hola Ana, gracias por la invitación.... y siguiendo con el breve comentario que te hice ya algunos días..... muchas veces nos encontramos a pacientes en situaciones terminales, y olvidamos un factor importante en esta dinámica: LA FAMILIA. Hay pacientes que desde el principio lo tienen muy claro, y dan las pautas a seguir si su estado empeora (ir a casa a pasar los últimos días... sedación... etc etc) pero hay otros que no les da tiempo, o no saben que lo pueden hacer, y es aquí donde interviene la familia... y nos encontramos que en la mayoría de los casos, intentan en todo lo posible mantenerlo con "vida", aún a sabiendas que no va a mejorar. Conducta característica de negación (emocionalmente es muy difícil asimilar que nuestro ser querido está muriendo, y nuestra psique, como mecanismo de defensa, niega)nos aferramos a cualquier "mejoría", y por nada del mundo vamos a permitir que nos quiten la esperanza de que todo se quedará en un mal rato. Aunque racionalmente entendemos que va a morir, en el plano emocional se evita pensar en la muerte, ya que pensar en ella, sería "dejar de luchar por él/ella". Dejar ir, sin encarnizamiento terapéutico, sin aferrarse, es un acto de amor.
    También no debemos olvidar que en la sociedad en la que vivimos la muerte sigue siendo un tema tabú, no se habla de ella, nadie nos prepara a afrontarla, dificultando aún más la dinámica de los últimos días. Me parece impresionante, como siendo la muerte lo único seguro que tenemos por el simple hecho de nacer, nadie nos prepare o nos guíe. Estoy convencida que en nuestro Sistema de Salud, hace falta la inclusión de profesionales formados en Tanatología en todos los Servicios, una cuestión de justicia, que no de beneficiencia, refrendada no sólo por la efectividad de sus propuestas de trabajo, sino también por su eficiencia.... no sólo para el paciente y sus familiares, si no también para los que trabajamos con ellos en el ámbito hospitalario (nos ayudarían muchísimo a prevenir el burnout) ....alguna vez leí que la categoría moral de una sociedad se mide por su capacidad para ofrecer alternativas( servicios, recursos..) a sus miembros más frágiles e indefensos..... creo que nos falta mucho aún.
    Me alegra de sobremanera que tengas y nos compartas tu inquietud, ya que tu estarás (o estás) en contacto directo con estos pacientes, y por el simple hecho de plantearte cuestiones ético/morales podrás marcar la diferencia.
    Saludos
    Luisa Pedrero

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